Después de cada comida debes quitarla encima del lavabo, lleno de agua, con el fin de amortiguar el golpe si se cayera. Cepilla los dientes naturales con normalidad. La prótesis se puede limpiar con un cepillo duro y jabón, para ello no se debe usar pasta de dientes ni cepillo dental.
Para dormir conviene quitarla, así la encía y los tejidos se revascularizan y descansan.
Si la prótesis tiene ganchos o paladar metálico nunca uses lejía para limpiarla porque estropearían el metal.
De su perfecta higiene dependerá que los dientes naturales, que le sirven de apoyo no se pierdan, y la salud de las mucosas y encías sobre las que asienta la prótesis se mantenga.
Una prótesis sucia puede causar mal olor, irritar y dañar las encías y dificultar la digestión por una mala masticación. Al principio la prótesis puede parecer demasiado grande y moverse a causa de la saliva. Pero si tragas con más frecuencia este problema y el exceso de saliva desaparecerá. La dentadura inferior puede ser desplazada fácilmente por los músculos de la boca y al masticar, necesitarás un tiempo para adaptarse.