La enfermedad periodontal es una patología que afecta a los tejidos que soportan a los dientes causada por las bacterias presentes en la boca. Existen dos tipos de enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis.
En una boca sana los dientes están sostenidos por las encías, el hueso mandibular, la membrana periodontal que rodea las raíces de los dientes y el cemento que los une con el hueso.
La encía está constituida por un tejido fibroso y compacto que cubre la región alveolar. Una de sus funciones es defender al ligamento periodontal de la agresión que implica la masticación de los alimentos.
Entre diente y diente forma un saliente que llena el espacio llamado papila gingival. Ésta es la primera en alterarse en caso de enfermedad. El color normal de la encía es rosado pálido, pero cuando se altera a causa de una infección o inflamación, cambia a un color rojo vino amoratado. Cuando la encía se inflama o sangra consulte inmediatamente con el odontólogo. Él es la única persona autorizada para resolver ese problema.
La enfermedad periodontal tiene su origen cuando depósitos de placa bacteriana de cada región del cuello de los dientes causan irritación en las encías e inflamación. En esta fase de la enfermedad estamos hablando de un problema de Gingivitis. Las encías se inflaman, se debilitan y la infección progresa, causando el sangrado de las encías. Sin el tratamiento adecuado, la infección avanza y se desarrollan bolsas entre los dientes y las encías, que son el espacio ideal para la acumulación de bacterias.