El flúor es un elemento que refuerza el esmalte, lo hace más resistente a los ataques ácidos, que inician las caries. El flúor está presente en el té, el agua y la sal fluorada y también en el pescado, huevos y marisco. Se recomienda un aporte extra en zonas donde el agua de bebida tenga un contenido de flúor bajo.
El flúor se puede emplear directamente sobre los dientes en casa (colutorios, dentífricos), en la consulta dental (geles, barniz) o aplicarse por vía general (gotas o comprimidos). Si se usa flúor en casa deben colocarlo fuera del alcance de los niños, para que no sea ingerido accidentalmente por ellos. Si el niño mientras se enjuaga traga una pequeña cantidad de colutorio, se aconseja que beba un vaso de leche para neutralizarlo, retardando la absorción.
Los colutorios o enjuagues de flúor se presentan para uso diario o semanal. Se aconseja realizar el enjuague antes de dormir, pues no debe ingerir alimentos ni líquidos, hasta una hora después.
Para un uso correcto del colutorio de flúor:
- El niño introduce en la boca 5ml del líquido, si tiene 6 años o 10ml si el niño es mayor.
- No es recomendable el uso de colutorios antes de los 6 años.
- El enjuague se realiza durante 60 segundos y posteriormente se expulsa, evitando comer o beber durante los 60 minutos siguientes.
La aplicación de un exceso de flúor puede manchar y debilitar los dientes, incluso provocar intoxicaciones. Si el paciente es portador de implantes dentales está totalmente contraindicado el uso de colutorios de flúor.